Si estás estudiando español, esta es una de las primeras palabras que has aprendido. Y si ya eres un estudiante pro, entonces te acordarás de tus tiempos jóvenes, aprendiendo a saludar en español.
En mi experiencia como profesora, siempre me echo a temblar cuando llega algún estudiante que no sabe ni siquiera decir esta palabra. Aunque lo cierto es que el 99% de los alumnos saben como mínimo saludar y despedirse. Aún así, siempre hay algún italiano que se despide con un “hola”, como transferencia de su idioma, ya que “ciao” se dice para saludar y para decir adiós.
Asimismo, hay que reconocer que los saludos en español no son lo más fácil, precisamente. “Hola, ¿cómo estás? Yo me llamo Radcliffe Soughtbridge”, para un angloparlante es una cosa dificililla. Sobre todo, porque ya desde el principio, como profesor, tienes que introducir la construcción reflexiva “llamarse”, y como estudiante tienes que aprenderla. Así que, la primera lección de español es un poquito desalentadora. De hecho, he tenido algún estudiante que ya en un nivel A2, todavía seguía enganchado con las presentaciones. (Y no “introducciones”, por favor).
Muchos encuentros en español empiezan con un “hola”. Pero, ¿sabes cuál es el origen de esta palabra? Si lo sabes, preséntate a filólogo del año en la RAE, ya que es un asunto del que no se tiene una información clara. Podemos saber el origen del universo, pero no el de la palabra “hola”.
Hay, cómo no, muchas teorías, y de todas, estas son las que, probablemente, estén más cerca de la realidad:
1. Origen indoeuropeo: algunos autores creen que “hola” procede del griego, οὖλε. Este término parece estar relacionado con el latino “salve”. El punto en común de las dos palabras es el término indoeuropeo “solo”, que significa “entero”. Y aquí empieza la derivación: la “s” inicial de “solo” se mantiene en “salve”, pero se aspira en griego. Así que “οὖλε” sonaría como “houle”. Esto ya se va pareciendo más a nuestro “hola”.
2. Origen ibérico: otros autores creen que el origen se encuentra más allá del latín o el griego. Más concretamente en la lengua de los íberos, los cuales probablemente llegaron a España alrededor del quinto milenio antes de Cristo. Estos hablaban la lengua ibérica, una lengua paleohispánica de la que quedan muy poquitas inscripciones. Algunos expertos creen que el latín que llegó a través de los romanos a Hispania, tomó como base esta lengua, y que, de hecho, algunas de nuestras palabras castellanas tienen como base el ibérico. Entre estas, encontraríamos nuestro “hola”.
Según esta teoría, nuestro saludo procede de la voz pregriega “ὅλ” :“OL”, y significa TODO. Pero, ¿qué relación hay entre “todo” y la intención de saludar? Parece que los íberos, para saludarse decían algo como si nosotros hoy dijéramos: “¿Qué tal todo?”. La raíz “ol” fue pasando de lengua a lengua. Y si nos fijamos, está emparentada con la palabra inglesa “all”, que significa, asimismo, “todo”.
De hecho, si vamos más allá, podemos encontrar esta misma raíz en muchas lenguas: “hello”, “hallo”, “alo”, etc.
Cuántos milenios concentrados en una sola palabra.
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