Como ya he mencionado en otros artículos pasados, muchas academias o franquicias que enseñan idiomas prometen que sus estudiantes aprenderán inglés, español, francés, etc., casi de la noche a la mañana y sin esfuerzo. Esta última idea me parece la más reseñable de todas: “Sin esfuerzo”.
Todos vivimos en un mundo en el que la inmediatez tiene una gran relevancia. Queremos conseguir rápida y cómodamente todo lo que queremos. Y, en gran medida, lo conseguimos: ¿Queremos comida tailandesa? Llamamos a cualquier servicio de reparto, y la tenemos en menos de una hora. Y así con muchas más cosas. Entre ellas, el aprendizaje de lenguas.
Al final nos hemos acostumbrado a esta “buena vida”. Hoy no aceptamos que algunos procesos son lentos y difíciles, como aprender un idioma. Y como consecuencia, los equipos de márquetin se ponen manos a la obra para diseñar anuncios en los que se vende que vas a aprender español en poco tiempo y sin trabajar demasiado.
En este punto conecto con el título de este artículo: ¿Es posible aprender una lengua sin memorizar? Es decir, ¿es posible aprender sin esforzarse mentalmente, sin concentrarse? Como profesora de español como lengua extranjera mi respuesta es no.
Creo que sin concentración es casi imposible aprender. Y concentrarse requiere fijar la atención hacia lo que se esté aprendiendo. Si se dan las circunstancias internas y ambientales propicias, el acto de aprender es casi una consecuencia natural.
Por supuesto, hay aspectos de la lengua que son más fáciles, sobre todo, cuando se tiene experiencia con el idioma. E incluso muchos temas se aprenden muy bien con la práctica. Pero si un estudiante es principiante va a necesitar memorizar algunas cosas como, por ejemplo: conjugaciones, vocabulario específico, construcciones habituales, la pronunciación etc. No tendrá éxito en su aprendizaje si no hace el ejercicio de concentración necesario. No conseguirá hablar correctamente si no conoce el presente, o el pretérito indefinido; si no sabe el léxico que se usa en determinados contextos. Y para esto es necesario sentarse a estudiar y usar la memoria.
Es cierto que hoy día la palabra “memorizar” está algo castigada socialmente. Parece que lo holístico tiene más éxito. Y este concepto se quiere aplicar a muchas materias. Es más fácil aprender en general, (o como se dice en el contexto de la enseñanza de lenguas: ser comunicativo) que aprender aspectos de manera específica, ya que esto último requiere trabajo duro y tiempo.
En algunas ocasiones he tenido estudiantes de nivel principiante, sin nada de experiencia con el español, que aspiraban a aprender castellano hablando, como si eso bastara para aprender de manera efectiva. Querían ser "comunicativos".
¿Es suficiente ser comunicativo cuando queremos aprender una lengua de manera efectiva? ¿Vale con que los demás nos entiendan, aunque no seamos correctos gramaticalmente? De esto hablaremos en el próximo artículo.
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